viernes, 11 de enero de 2013

Cuando Mozart se comió a Morris

El día 2 de este mes asistí a la actuación del Mark Morris Dance Group con su obra Mozart Dances y lo que prometía ser memorable por la música (en directo) y por la trayectoria de Mark Morris y su grupo, se tradujo en una coreografía y una plástica, bajo mi punto de vista, que ni me emocionó, ni me sorprendió, ni.... nada.



La puesta en escena no pudo ser más simple, un telón de fondo con  tres grandes pinceladas y unos cambios de iluminación totalmente planos que no hacían ningún favor a los bailarines. Éstos entraban, salían, se combinaban, todo de una forma muy profesional y correcta, elegante, bonito y nada más, pero....

Ahí estaban para subir el nivel la Orquesta Titular del Teatro Real (Orquesta Sinfónica de Madrid) y los pianistas: el polaco Emanuel Ax y su pareja, en lo personal y artístico,Yoko Nozaki. El Concierto para piano y orquesta nº 11, la Sonata para dos pianos en Re Mayor y el Concierto para piano y orquesta nº 27 de W.A.Mozart fueron magníficos. Sobre todo la interpretación de la Sonata para dos pianos fue sublime. 

La segunda parte de la actuación Twenty-seven se centró en el Concierto para piano y orquesta nº 27. Este concierto fue el último que escribió Mozart. Se estrenó en enero de 1791 y se cree que fue la última aparición en un concierto público del genial compositor, pues murió en diciembre del mismo año.

Su tercer movimiento es una auténtica delicia y si además lo interpreta Barenboim como dejo en el vídeo.... Aunque la ejecución de Emanuel Ax fue extraordinaria, levantando los mayores aplausos de la noche.









1 comentario:

  1. Envidia de crítica fundamentada.

    Acertado el comentario. No fuiste la única que así lo sintió, mejor dicho, no lo sintió.

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